Ajústense los cinturones

En varios blogs de la BEA (acá , acá por ejemplo) se está tocando el tema del ajuste que deben llevar a cabo los países europeos, en particular España y Grecia.
Para empezar debemos decir que los problemas de ambos no son los mismos, por un lado Grecia viene de una política fiscal desastrosa y altos niveles de deuda.
A España le pegó fuerte la crisis subprime (tuvo su propia burbuja inmobiliaria) pero no tuvo tanto descalabro fiscal.
El problema de la zona Euro es el alto nivel de desigualdad a la hora de analizar la productividad de los países , y aquí es dónde se vuelve complicada la situación.
Para que Grecia pueda superar la crisis debería realizar un ajuste de 10 puntos del PIB, algo que a las claras parece impracticable por el impacto social que puede tener.
Tratemos de no pensar en Grecia como si fuera Argentina porque los indicadores sociales no resisten ningún tipo de comparación.
De todas formas el ajuste que debe practicarse se encuentra con el problema de la imposibilidad de realizar política monetaria por la moneda única.
Entonces?
Algunos ven con buenos ojos la devaluación del Euro frente al dólar (como se estuvo viendo desde inicios de la crisis), pero eso no termina de solucionar el problema dado que como bien sabemos (y aquí sí podemos comparar) toda devaluación termina teniendo una consecuencia sobre el nivel de precios.
Aquí es donde los “elefantes” europeos comienzan a jugar un rol preponderante, es decir, la devaluación del Euro solamente será sostenida si países como Alemania o Francia resisten un par de puntos de inflación.
Uno tendería a suponer que de todas formas esto jamás puede ser una solución para el dilema Griego ya que no tiene efectos sobre el grave problema de productividad que tiene su economía.

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