No soy un fan de Beatriz Sarlo. Leo sus columnas, sí. Pero no me la banco mucho.
Cuando me enteré que iba a estar en 678 decidí mirarlo como un amplio porcentaje de los que nunca lo miraron y ayer decidieron hacerlo.
En un principio pensé : "pobre" , va a ser la débil, va a ser un 10 contra 1 (finalmente fue 8) y la van a sacar.
Sin embargo los débiles fueron los Russo, los Barone, los Barragán y todos esos panelistas medio pelo que no pueden sostener un debate sin recurrir a si estuviste o no con la dictadura, si laburás para un grupo hegemónico o si formás parte del neoliberalismo capitalista que domina el mundo.
Pero claro, también estaba Forster con su tono monocorde tratando de darle un contexto más intelectual al contenido que siempre tiene el programa.
Es decir, proclamar lo mismo pero en lugar de en 4 o 5 palabras hacerlo en 27.
Pero Forster al menos está a la altura como para no recurrir al T-1 de la gente y atacarla por ese lado.
También estaba Mariotto, un tipo que es un soldado de la causa y no pierde oportunidad para en 3 o 4 minutos a los gritos describir los logros del Kirchnerismo.
En el medio como es de esperar apela a todo tipo de chicanas que a veces parecen de un twittero sin argumentos.
Pero no me gusta Sarlo y sin embargo ayer quería que le pinte la cara a esos impresentables que intentan formar opinión apelando al copy and paste con mala leche.
Por lo general me pongo del lado del débil cuando veo una desigualdad, pero ayer los débiles fueron mayoría.
Saludos,
Rodrigo