Sea gente revolviendo todos los días la basura, a que los colectivos pasen en rojo, a no respetar las velocidades máximas, you name it. A donde miremos vemos un desapego por la ley.
La economía obviamente no está exenta, basta con mirar a quien hace sus compras en el Mercado Central mientras en sus ratos libres boga por no cumplir la carta orgánica del organismo que preside (siendo buenos hay que decir que su antecesor tampoco lo hizo, aunque desconocemos sus hábitos de compras).
Obviamente también nos acostumbramos a que "un poquito de inflación no está mal". Ok. Cuánto es ese poquito? 5? 10? Ok. Pero twenty five?
Tratemos de que nuestro acostumbramiento no nos lleve a asimilar al infinito algo que, viniendo de un gobierno progesista, es inadminisible.
Bueno, salvo que queramos ganar el mundial.
Saludos,
Rodrigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario