La Convertibilidad, la casa propia, el 0 km, Disney y la explosión

Según con quién uno esté hablando se hablará de los 90 como los queridos 90 o como los nefastos 90, a nivel político ya no hay nadie que defienda dicha época (salvo su mentor que hoy por hoy es lo mas parecido a un cadáver que se pueda ver)
Pero no es mi intención generar un debate y que me corran por derecha, por izquierda o por el centro.
La Convertibilidad terminó de la peor de las formas, pero para juzgarla hay que primero analizar de dónde se venía al momento de implementarla.
El “T-1” de la caja de conversión fue un contexto de monetización de la deuda que llevó a la economía a la mas alta inflación de su historia, con lo cual la idea surgió para lograr imprimirle un poco de confianza a la economía para así poder vencer al aumento sostenido de precios (alias inflación), objetivo cumplido? Sin dudas
Ahora bien, el 1 a 1 también tenía otros objetivos como ser la apertura absoluta a los movimientos de capitales con el fin de lograr que las inversiones que ingresaran a la economía “dinamicen” a la misma, objetivo cumplido? A medias, efectivamente la inversión aumentó durante los mejores años de la convertibilidad pero el carácter de los capitales hacían que ante cualquier desequilibrio externo los mismos migren (golondrinean).
Aquí también debemos analizar el contexto, el hoy bastardeado “consenso de Washington” en ese momento era la idea predominante de manejo para economía emergentes. Hoy obviamente es el peor de los mundos, pero otra vez, debemos mirar de dónde se viene.
A nivel social es evidente que las medidas tendieron a aumentar el nivel de desigualdad en la sociedad que llevo a la implosión de 2001, logrando tasas de desocupación de mas de 25 puntos, hoy cortesía de la intervención en el Indec no podemos comparar vis a vis si estamos mejor.
Pero el fin de este post no es justificar ni demonizar sino que aprendamos a mirar el diario de ayer para comprender que es lo que pasa hoy.