Este es un posteo que debería haber sido escrito una semana antes, por suerte Billy se ocupó del tema de la nueva forma comunicacional del gobierno en varias oportunidades (acá y acá por ejemplo) pero yo quería dejar sentado lo que pienso al respecto.
El último chasco de la política comunicacional del gobierno fue el ya famoso #cabledetelam del cual no me voy a referir exactamente pero que sirve para resumir lo que es dejar en manos de talibanes la política comunicacional.
No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que los ex voceros del Gobierno hoy están guardados (Aníbal, volvé, te perdonamos) y todo quedó en manos del canciller, los brillantes jóvenes k que se preguntan si la inflación es condición necesaria para el desarrollo y el padre de Camilo García.
A priori no tengo inconvenientes con el sesgo populista que le imprime CFK a su gestión , en especial luego de la muerte de Néstor, pero esto ya es grave. No estamos hablando de simples errores o exabruptos cometidos por políticos en campaña, estamos hablando de falla tras falla en un gobierno que tiene que ocuparse de cosas más importantes que la de intentar transformar al ex presidente en un prócer de la patria. Muchachos, ningún prócer comenzó a serlo el momento que murió, la historia se ocupa de darle el lugar a las personas, y , créanme, la historia no lo va a poner a Néstor en el podio, no insistan, hay cosas más importantes.
Mientras escribo esto se me ocurren mil cosas más para ejemplificar el sesgo talibán de la gestión , pero prefiero dejarlo acá.
Buen fin de semana,
Rodrigo
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