Cole planteaba en el post anterior cómo la oposición no lograba hacerse del todo del "activo" electoral que supone una inflación superando el 25% anual.
Levanto la mano y digo (un poco provocadoramente, no es que crea que sea totalmente así): es también nuestra culpa, la de los economistas.
La realidad es que como sociedad pareciera que no aprendimos que la estabilidad macro es el insumo fundamental del crecimiento de largo. No nos supimos explicar, no nos quisieron escuchar, un poco de ambas quizá. Lo cierto es que hoy la ciudadanía no penalizaría electoralmente a una gestión que se ha mostrado ineficaz para el manejo de la macro, obligándonos a convivir con un nivel de inflación solo superado por Venezuela. La economía global es un hervidero. Los desbalances acumulados son muy significativos, las respuestas de política ensayadas para solucionarlos son absolutamente novedosas por su naturaleza y cuantía, pero hay algo claro (a mi humilde entender) sobre la que ya no se discute: la inflación.
La academia ya zanjó esa discusión hace rato, por lo que hoy tener 25-30% de inflación, y que nadie se ofenda con la analogía, es tener una epidemia de una enfermedad cuya vacuna ya se descubrió hace por lo menos 20-30 años.
Hemos comprado como sociedad un discurso berreta que no acepta de diyuntivas. Una actitud adolescente que nubla cualquier intento por racionalizar el asunto y encaminarlo hacia carriles más sensatos. Lo más grave de todo, es que la clase dirigente entró en ese juego y por lo tanto, si bien "es cool" pegarle a la inflación, cuando llega el momento de ensayar una propuesta sobre el tema silenzio stampa. En este contexto, pronunciar la palabra ajuste es casi como reconocerse pedófilo.
El otro día me preguntaba cuál podía lo mejor y lo peor que habría de dejarnos el kirchnerismo. Dentro del debe, mi impresión es que la degradación del discurso, la falta de rigurosidad en los argumentos, y lo peor, la imagen de que se puede gobernar sin aceptar trade offs será una pesada carga para el venga.
Saludos y buen finde.
No son los economistas. No escuché a ninguno defender este mamarracho, y mucho menos a la academia. A lo sumo, aceptarlo como mal menor.
ResponderEliminarPero todos los no economistas sabemos esto también. Y estamos con los dedos cruzados esperando que no nos estalle en la cara.
Chofer,
ResponderEliminarYo tampoco creo en la culpa de los economistas y menos a la academia (salvo que esa definición contenga también al plan Fénix). Mi intención era provocar un poco con el título. Yo diría: "No escuché a ningún economista serio defender este mamarracho". Igualmente creo que hay un relativo consenso profesional acerca de la gravedad del tema.
Saludos
duro!!
ResponderEliminarCoincido con Chazz...el que calla otorga, y en este punto particular (inflacion) creo que los medios estan un paso adelante de la oposicion. No es que los medios sean escandalosos golpistas (al menos en este tema), sino que la oposicion no le da bola suficiente...
ResponderEliminarotro buen post, no claudiquen en su denuncia