Ayer hablaba con un amigo y le comentaba que, en mi opinión, Cleto tiene todos los números para 2011, pese a que confieso que no es de mi agrado. Él me contestó que seguía viendo a Néstor como el favorito, y cerró con una frase parecida a “Ojalá se vayan los K, pero no creo. Además, no sé que es peor; tenerlos de Gobierno o de oposición”.
No es la primera vez que escucho este argumento, aplicado más en general al PJ, y la idea que está detrás es la de la gobernabilidad. Por algún motivo, se ha instalado la idea de que los únicos que puede tener un Gobierno fuerte son los discípulos del General (cada vez se escuchan más movimiento dentro de su ataúd). Más aún, la imagen de mucha gente es que el PJ, cuando no está en el poder, se transforma en una fuerza desestabilizadora (teléfono para Duhalde y los Gordos). Obviamente, están frescas las salidas de Alfonsín y De la Rúa, y el rol por lo menos poco claro que el PJ tuvo en ambos casos.
El argumento me parece pésimo, porque para empezar, motiva un voto que genera un círculo vicioso: dejamos a un partido en el poder por temor a lo que haga como oposición, pero al hacer eso le damos más poder, haciendo cada vez más difícil que podamos elegir en base a nuestras verdadera preferencias antes que por el temor a las represalias del partido perdedor. Eso es lo que explica que el PJ se haya recuperado mucho más rápido que la UCR de la crisis política de 2001, cuando el PJ tuvo tanta o más responsabilidad que los radicales para llegar a esa situación.
Aunque el argumento es malo, mucha gente piensa eso, y por lo tanto tiene peso. Pero la solución es simple; un buen gobierno de un no peronista mostraría la falacia de la idea del pejotismo como único gobernante capaz. La pregunta es: es Cobos el hombre fuerte que puede terminar con el mito? Tengo mis serias dudas.
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